Desde el órgano colegiando afirman que este veto “no solo representa un acto de desconsideración hacia las personas con discapacidad y sus familias, sino también una grave vulneración a los derechos humanos, consagrados en la Constitución Nacional, tratados internacionales y en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, con jerarquía constitucional en nuestro país”.
“La emergencia en discapacidad no es una abstracción: es el reflejo concreto de una realidad crítica que atraviesa a miles de personas en Argentina”, sostienen desde le Coptser. Advierten además que la falta de prestaciones, demoras en pagos, discontinuidades en tratamientos, pérdida de cobertura, obstáculos para el transporte, la educación y el trabajo; “configuran una situación alarmante que exige respuestas urgentes del Estado, no indiferencia ni ajuste”.
Remarcan que, desde su práctica cotidiana, son “testigos directos del sufrimiento que provoca esta desprotección. Como profesionales comprometidas y comprometidos con la justicia social, afirmamos que la discapacidad no puede ser gestionada bajo la lógica del recorte o la rentabilidad. El Estado tiene la obligación de garantizar el acceso a derechos, no de desmantelarlos”.
Exigen al Poder Ejecutivo que reconsidere esta decisión, que escuche a las organizaciones de personas con discapacidad, a las familias, a las y los profesionales, y que priorice la vida y la dignidad por sobre cualquier cálculo económico.
También se solidarizan con quienes hoy ven una vez más postergados sus derechos y llaman a toda la comunidad profesional y a la sociedad en su conjunto, a mantenerse movilizada y activa en defensa de un país con justicia social, inclusión y derechos para todas las personas.
Tomando las palabras del investigador de Conicet, docente de Flacso, fonoaudiólogo y escritor argentino, Carlos Skylar, invitan a reflexionar sobre estos sucesos: “La discapacidad habla de cómo hemos pensado los cuerpos, el mundo, las vidas, la educación, la comunidad. No es problema individual es una cuestión colectiva: formamos parte de los pueblos donde algunos nacen y son definidos como personas con discapacidad. Hacemos o no hacemos vida común, somos diferencia o indiferencia, insistimos o no en una cotidianidad donde todas y todos puedan habitar lugares y tiempos que nadie puede arrogarse como exclusivos. Ofrecer recomienzos es lo más bello de la humanidad, ensañarse con los más débiles es lo peor de la política”.