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Alicia Soldevilla:»La precarización laboral precariza la vida»

*POR FACUNDO FERNÁNDEZ

La docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNC habló sobre un estudio realizado junto a la FEPUC y ADIUC en el marco del día del trabajador y las condiciones de los trabajadores a lo largo y ancho del país. Habló sobre los bajos ingresos como gran detonante, la influencia de los mecanismos de precarización y cómo se debe seguir para solucionar la problemática.

En el marco de otro día del trabajador, desde la Facultad de Ciencias Sociales, junto con la Federación de Profesionales de Córdoba (FEPUC) y la Asociación de los Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (ADIUC), realizaron un relevamiento sobre las condiciones y la precarización laboral en distintos ámbitos.Como resultado de ese relevamiento, surgieron ocho alertas como resultado: condiciones de empleo precarias en “profesionales asalariados”, bajos ingresos y brechas por género, sobreocupación horaria, pluriempleo, modalidades precarias de contratación e inestabilidad laboral, precarización agravada en el sector privado, desigual distribución del trabajo de cuidados y su impacto en el desarrollo de la actividad profesional y precariedad laboral en “profesionales independientes”.Alicia Soldevila, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNC, fue una de las principales encargadas de realizar la investigación, quien destacó que «lo novedoso de este estudio es que lo venimos realizando de forma articulada con la FEPUC, ADIUC y la Facultad de Ciencias Sociales»La docente explicó que en el estudio tomaron dos aristas fundamentales. En primer lugar, el abarcar al sector de docentes universitarios como parte de los y las profesionales de Córdoba. En segundo lugar, la perspectiva de para hacer hincapié sobre las condiciones laborales y, a su vez, “ingresar dentro del concepto de trabajo la noción del trabajo doméstico y de cuidado, además de las situaciones de violencia que se dan en el espacio laboral». Sumado a esto último, manifestó que tuvieron en cuenta las posiciones sexo-genéricas debido a que en las preguntas estaba considerada la identidad autopercibida.Soldevila señaló que tuvieron en cuenta dos grandes grupos a la hora de establecer los criterios para analizar en dónde detectaban la precariedad laboral: los trabajadores en relación de dependencia con un empleador y los independientes. Sin embargo, no se limitaron a esas dos categorías para plantear la existencia de informalidad en los ámbitos de trabajo ya que tomaron en cuenta ciertos mecanismos implementados para «maquillar» situaciones de precarización laboral. La investigadora puso como ejemplos las figuras del becario, pasante, los contratos de locación de terceros, etc. En este sentido, explicó que «muchas veces son años realizando su trabajo y percibir una remuneración en esos términos y son modalidades de contratación precarias».

Los bajos ingresos, el gran detonanteEn cuanto a las ocho alertas detectadas, Soldevila destacó la de los bajos ingresos como no solo la más grave sino la que es la que genera todas las demás. Plantea que es desde los ingresos donde se genera, en un primer lugar, la sobreocupación horaria, utilizada como estrategia para aumentar los ingresos. Otra estrategia devenida del problema de los ingresos es el pluriempleo.En ese sentido, la docente comparó cómo se daba antes el escenario laboral regular y cómo se da ahora:»En otros momentos tener un empleo aparecía como suficiente para llevar adelante el desarrollo de la vida y el mantenimiento cotidiano y hoy aparece como fenómeno sumar otro empleo al que ya tenés”.Además, planteó la inquietud de cómo de distribuye el trabajo doméstico y de cuidado. Explicó que los hombres aparecen mejor representados y con una mayor cantidad horas dedicadas al trabajo remunerado y “las mujeres menos debido a que utilizan un 33% más de su tiempo para el trabajo de cuidado”. Ese aspecto, expresó la docente, influye directamente en la precarización laboral y con las desigualdades en el mercado de trabajo alrededor de la brecha de género.Por otro lado, la docente hizo hincapié en la influencia de contar con un capital educativo gracias a estudios universitarios o terciarios a la hora de sufrir o no la precarización en los ámbitos de trabajo. En tal sentido, sostiene que quienes cuentan con ese capital tienen una valoración diferente con respecto al resto, lo cual les permite tener la posibilidad de conseguir mejores condiciones laborales.

La influencia de la precarización

En cuanto a la identificación de las alertas por parte de los encuestados, Soldevila explicó que el 81% de quienes contestaron manifestó sufrir al menos una de las alertas planteadas y muchos de ellos hasta dos y tres. Además, el estudio reveló que la sobreocupación horaria implica jornadas de, en promedio, 9 horas diarias o incluso más.Con respecto a las consecuencias de estos mecanismos de precarización, la investigadora sostuvo que impactan en las condiciones de vida, en la salud integral y en las relaciones personales:“La precarización laboral precariza la vida”

Cómo se sigue

Por último, Soldevila señaló que el estudio arroja herramientas para que desde los distintos ámbitos gremiales y la FEPUC puedan establecer propuestas y acciones en pos de revertir estas situaciones, tanto desde las paritarias como así también desde la regulación de los honorarios. Además, destacó la importancia de los espacios colectivos: “Son los que en la historia de nuestro país han jugado un papel fundamental para poder defender los derechos de los trabajadores, las trabajadoras y les trabajadores”.