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Academia y colegio conversaron sobre el rol del trabajo social en relación al Estado y los derechos

Integrantes del Colegio de Trabajadores Sociales de Entre Ríos (Cotser) participaron de un conversatorio titulado “Trabajo social, Estado y Derechos”. El encuentro contó con la presencia de la docente Susana Cazzaniga, de larga trayectoria en el campo. Las nuevas subjetividades, los modos de intervención e interpelación, el neoliberalismo en democracia y las estrategias para construir espacios democráticos fueron algunos de los temas que se abordaron.

El conversatorio se desarrolló este miércoles en una de las aulas de la sede de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), ubicada en Paraná. La coordinadora de la carrera de Trabajo Social, Rosana Pieruzzi, fue la encargada de moderar el debate y hacer circular la palabra.

El Cotser, estuvo representado por su presidenta, Ivon Mantovani; la protesorera, Elena Riegelhaupt, quien también es docente e investigadora; y la vocal Carla Ocaranza; quienes junto a otras y otros colegiados intercambiaron visiones y experiencias relacionadas a la temática convocante con docentes y estudiantes de la casa anfitriona.   

Al incio del encuentro, Susana Cazzaniga remarcó la necesidad de realizar las reflexiones teniendo en cuenta los 40 años de democracia transitados en nuestro país. En ese marco compartió conceptos y experiencias vinculadas a las prácticas profesionales, disciplinares y políticas, que se dieron en los 80, cuando se iniciaba este período democrático y afirmó que “aún con sus deficiencias, la democracia nos permite estos espacios de debate”.

En los intercambios posteriores con las y los presentes se fueron marcando los cambios en las políticas de Estado y como esto se vinculaba con los derechos y las formas de interpelar a las personas, las instituciones y organizaciones. Se dió cuenta de las interpelaciones individualistas, disociadas o fragmentadas que propone el sistema neoliberal, aún en los gobiernos democráticos, sin profundizar en la diferencia entre ser sujeto de derecho o beneficiario.

También se reflexionó respecto a como las prácticas profesionales o de la vida cotidiana están permeadas por este sistema neoliberal, constituyendo nuevas subjetividades, nuevos lenguajes y formas de comunicación, principalmente a través de la tecnología. En ese sentido, se señaló la configuración del uso del tiempo para deshumanizar los vínculos, dejando poco espacio para lo disruptivo y el ejercicio del debate.

Otros planteos estuvieron vinculados al prejuicio de abordar temáticas como la seguridad, las motivaciones de quienes estudian Trabajo Social, la constitución de la ciudadanía desde el consumo postergando la idea del derecho y el rol de las y los trabajadores sociales en escenario que se viene. 

Se remarcó la necesidad de crear diferentes modos de interpelación hacia las nuevas subjetividades; construir espacios democráticos para albergar las diferencias, pensando los límites de la aceptación; tomar la palabra para divulgar propuestas y saberes producidos en el ámbito universitario; y dar el debate sobre las líneas de investigación que deben desarrollarse en el mismo. Se planteó además la importancia de defender lo conquistado sin encerrarse en una postura o cancelar a el o la otra, debatir el lugar desde donde nos paramos, y discutir el Estado, las organizaciones, las instituciones con propuestas.

Finalmente, se puso de relieve que colegio y academia deben transitar de forma conjunta estos debates, proponiendo temas de agenda vinculados al trabajo social en términos generales, pero también con una mirada regional y situada.